sábado, 28 de noviembre de 2009

Umbrales y memoria (adelanto)

“El olvido hace posible la acción” Edita Mombiela

¿Qué sería la memoria desde la Comportamentéstica? Obviamente que la memoria pareciera ser una función o facultad totalmente psíquica o mental, depende de la perspectiva claro; pero aún así creo que hay que hacer una revisión de las concepciones o paradigmas vigentes.

¿Cómo serían compatibles entonces la memoria y el olvido sobre la acción? ¿y los umbrales de sensibilidad donde entran? Si ponemos hincapié en que los umbrales tienen una historia, su continum, es decir, que tienen su construcción temporal, analicemos o analizaremos que puede alguien en base a sus posibilidades de sentir, de ser afectado. Que, a cada quien se le ha inculcado, predispuesto, enrutado en la forma de ser, de actuar, de percibir lo que acontece. Algunas veces, por ello la importancia del análisis, la memoria o la historia pueden tornarse totalmente rígidas, o cerradas por lo que perseveran en al forma de recibir las cosas. Si apuntamos a la posibilidad de acción esta en la apertura de los sentidos, percepciones de las cosas, de los afectos que se desplazan en el aire, un cuerpo cerrado puede difícilmente actuar para salir del estado en que se encuentra.

La memoria tiene dos aspectos que se pueden tomar en cuanto a la acción. Uno puede promover la acción y otro que inhibe. El pasado puede ser potenciador o una carga pesada que nos impide el movimiento. Ya que los caminos fijos, los circuitos petrificados, las vías duras de acción pueden ser heredadas, perpetuándolas bajo preceptos antiguos y de diferentes formas con el fin de estatizar las cosas, una moral histórica que presiona sobre determinados puntos para el acceso de determinadas cosas y de otras no. La ponderada tradición puede llegar a ser inhibidora ya que sólo permite hacer lo que se hacía anteriormente. El punto es que hay cosas que no funcionan actualmente, una especie de negación del movimiento, de la dinámica de la vida misma, por lo que no puede tomarse las cosas como se hacía antes. En este punto es que el olvido es el mejor de los movimientos para la acción. Olvido, como borramiento y en positivo para la acción, no negación de lo anterior sino suspensión, ya que lo anterior tal vez no funcione ahora, ello no le quita que pudiese funcionar posteriormente. Por lo que se lee hay un acercamiento al pragmatismo, lo que funciona que funcione, lo que no, dejarlo a un lado. Puede ser… pero no hay un fin único, el todo por el todo. Justamente el olvido es acompañado de la ética más que de la moral. Si el pasado (tomando como en abstracto tanto historia o como memoria, veremos más adelante estos puntos) en este momento nos ahoga, que hay que hacer las cosas por que sí, llegadas al absurdo o a la positividad misma del poder, como coacción, un camino deviene por olvidarse, desterrarlo de nosotros abandonar la tradición, no enfrentarse a ella, sino mirar hacia otro lado, buscar alternativas, otros modos de hacer las cosas.

Historia y memoria

La historia, y disculpen el fascismo, nunca va a ser objetiva. La historiografía que sería el punto mas objetivo de la historia como método y desprendimiento en calidad de disciplina o ciencia, busca escritos de un hecho en particular o datos materiales separados de los relatos y vicisitudes de lo que alguien puede haber captado de ese hecho en particular. Pero he aquí que lo que se captó, se registró, también fue hecho por humanos, por más que haya tratado de ser lo más objetivo posible, relatado lejos de toda emoción, prejuicio o concepto anterior, su forma de percibir las cosas tiene o tenía ya un matiz particular. Lo que entra en un cuadro paradojal ya que quien hizo registro, tiene su historia particular, atravesado por un tiempo y lugar especifico la forma de decir, de ver, de sentir las cosas en cierta manera estaba determinado, más no cerrado, pero sí guiado. La persona, pertenece a un campo social determinado, caracterizado con ciertos matices

En definitiva lo que se puede hacer y esto no va en contra de la historia, es una construcción de la historia. En esta construcción de la historia, si se puede seguir remitiendo a la historiografía, usarla como método o como recurso.